A veces, por casualidad (o no tanto), nos encontramos con personas extraordinarias. Esas que convierten lo ordinario en algo más que lo hace totalmente extraordinario. Yo les llamo HÉROES, en mayúsculas.
En esta sociedad materialista y minúscula, afortunadamente a veces aparecen PERSONAS en mayúsculas. Y también en negrita y en cursiva. Personas que reclamamos para todos nuestros momentos de felicidad, porque en su presencia la tristeza se convierte en serenidad.
Hay personas que te curten de verdad y te hacen ver lo importante, que siempre te animan a seguir adelante. Con las que no te importa decir tonterías, porque pase lo que pase siempre creces. Porque no te llenan de consejos, sino que te muestran como hacerlo. Y con las que te da igual el destino mientras vayan contigo.
Todos conocemos y tenemos a algún HÉROE en nuestra vida. Sí, es esa persona en la que estás pensando. Es tu padre, tu madre, tu pareja, tu hermano, tu mejor amiga, tu abuela o incluso tu mentor. Porque, lo importante no es el tipo de relación que nos une, sino todo aquello que sentimos a su lado.
Un verdadero HÉROE hace sentir «mariposas» en el estómago, puñetazos en el corazón, ceguera ocasional o actividad cerebral desbocada.

Life & emotional coach. Apasionado de la vida y de la evolución personal. Porque ser uno más es ser uno menos…