Se acercan las vacaciones o estamos disfrutando de ellas.
Es la época en que solemos viajar. Viajar nos aporta experiencia y una forma excelente de abrirse al mundo, de conocer culturas. Hay tantas formas de viajar como personas. A algunos les gusta la ciudad, a otros la naturaleza. A unos visitar museos y catedrales, a otros los deportes de riesgo.
Puede que en un viaje busquemos relax y olvidarnos del estrés del día a día o, por el contrario, que lo que busquemos sea adrenalina.
Pero si lo pensamos bien, viajar es mucho más que una actividad placentera. En realidad, cuando viajamos, también estamos haciendo un viaje al interior de nosotros mismos y, además de disfrutar, estamos conociéndonos. No es solo hacer turismo, sino también salir de la zona de confort y crecer.
Las mejores vacaciones no están en los viajes largos, las playas de ensueño o en los destinos más caros. Son aquellas en las que disfrutamos de cada momento y en la que somos conscientes de nosotros y de lo que hay a nuestro alrededor. Porque la manera más barata de viajar es recordando.
Ese es el viaje más importante de tu vida. El viaje que supone conocerse a uno mismo.
Un viaje personal y personalizable donde tú eliges el camino y los límites. Donde no siempre es el soñado, pero que es el tuyo. Viajes en los que está permitido cambiar de camino las veces que haga falta, porque está vivo. Se irá dibujando a medida que lo vayas recorriendo. No importa la distancia, porque las distancias se miden en recuerdos.

Life & emotional coach. Apasionado de la vida y de la evolución personal. Porque ser uno más es ser uno menos…