Querida generación anterior:
Vemos que muchas cosas os confunden sobre nuestra generación, y es comprensible. Por eso queremos explicároslo desde nuestra perspectiva.
Tenemos que empezar diciendo que …
LO LAMENTAMOS …
Lamentamos no querer sentarnos como vosotros en una oficina de 9:00 a 18:00, cuarenta horas semanales. O al menos, que luchemos por no hacerlo. Pero es que no vemos la diferencia entre trabajar ante una pantalla, anclado a una silla de oficina, que hacerlo tumbado desde un playa de Indonesia. Porque creemos que calentar la silla, no garantiza mayor productividad, pero sí una menor calidad de vida. Porque defendemos la sustitución de la cultura de la presencia por la de la cultura de la eficiencia. Que esto va de rendir, no de asistir…
Entended que somos nómadas digitales. Y que el mundo entero es nuestro espacio de trabajo, nuestra universidad, nuestro patio de recreo y nuestro hogar. Y la oficina … es simplemente eso, cuatro paredes de cemento.
Lamentamos no haber aceptado todas las expectativas de la sociedad sobre hipotecas, familia y niños. Sin duda, estas cosas, son grandes experiencias. Pero también lo es nadar con tiburones en Sudáfrica, bailar con las tribus en Papúa Nueva Guinea y deslizarse en trineo por una pista de los Alpes. Y sí, podéis llamar a estos deseos egoístas. Pero, lamentarse por no haber hecho todas estas cosas cuando se tiene la oportunidad, también es egoísta. A lo mejor no para vosotros, pero sí para el mundo que os rodea.
¿Por qué malgastar nuestra querida vida con remordimientos y dolor?
Quizás, penséis que parecemos niños estúpidos, inmaduros, malcriados, inconformistas o, simplemente, una generación de frikis. Pero es que no nos da miedo la ignorancia, nos da miedo el dejar de aprender. Que se nos apague la curiosidad por experimentar. Dejar de tener esa inquietud por todo lo que desconocemos. Conformarnos con lo que tiene que ser y acomodarnos dentro de los cánones de la sociedad. Perdonadnos pues, si hemos aprendido que, la forma más sencilla y directa que hay para estar feliz, aunque sea un rato, sea pasar del por qué al por qué no.
Lo sentimos si no apoyamos las guerras o no reaccionamos con enojo y odio ante los problemas políticos. Pero es que nuestra misión es, que tanto el racismo, como los prejuicios y la discriminación se desvanezcan en los libros de historia. A donde pertenecen. Que la lucha no vaya de banderas ni de territorios, sino contra la pobreza, la incultura, la libertad y la desigualdad. Porque nos han dicho que, cambiando nosotros, podemos cambiar el mundo.
Sabemos que también podéis ver la oportunidad. Y entendemos que podáis sentiros demasiado viejos para hacer algo al respecto. Pero recordad, que la edad no se mide por los años que se tienen, sino por la actitud con la que se afrontan los que quedan.
Lamentamos no apreciar el valor de pagar miles de euros al año por sentarnos en una sala de conferencias centenaria y querer aprender cosas por internet. Por querer descubrir libremente nuestras pasiones y nuestros talentos. Por encontrar algo que nos estremezca el corazón. Algo que nos dé sentido a todo, porque sin una dirección, jamás le encontraremos sentido a nada. Y la única forma en que sabemos cómo hacer eso es dejando a un lado la cordura, montando un caballo salvaje, viajando por medio mundo con una mochila como compañera, creando un chringuito tecnológico entre amigos o ayudando a personas a ser más felices.
Porque las cosas más importantes que se pueden aprender en la vida no se pueden enseñar. Y es ahí donde invertimos nuestro dinero.
Lo sentimos si tomamos fotos y videos de todo lo que hacemos y las compartimos con nuestros amigos. Porque fue una publicación, una imagen o las palabras de aliento de alguien, las que nos dieron la fuerza necesaria para escuchar a nuestro corazón. Por eso somos una generación que compartimos nuestros sueños para superar nuestros miedos.
Somos una generación que cree que hay una gran diferencia entre vivir y simplemente existir. Y muy poca entre existir y morir. Por esa razón, elegimos vivir.
Nos pueden llamar millennials, generación X o Z, nos da igual… Nosotros, no hablamos de etiquetas, preferimos hablar de talentos, sueños y de personas.
Sean de la generación que sean …

Life & emotional coach. Apasionado de la vida y de la evolución personal. Porque ser uno más es ser uno menos…
Y qué generación es esa?… no me gustan las conveniencias sociales ni los cánones que limitan la libertad y no generan respeto, pero si me enojo con quienes teniendo el poder de solucionar crean más problemas entre las personas. No soy de la era de las fotos en las redes porque creo que atenta contra la intimidad y contra el contacto real entre nosotros pero si me identifico con vivir y no esperar a que me lo expliquen. Al final sin embargo el sentimiento que te genera esta sociedad es de culpabilidad por vivir tu vida porque ella es quien tiene miedo de vivir y no te deja hacerlo. Y si eres mujer aun es más difícil, aun hay más normas, aun hay más reproches, aun hay más críticas. Las mujeres estamos en muchos casos atadas a las expectativas de los demás y cuando cortamos las cuerdas pocos son los que caminan a nuestro lado como iguales, pocos los que comprenden que nuestra vida es nuestra. Últimamente me doy cuenta de lo dificil que es vivir y de lo difícil que es ser mujer.