sueños

El mundo no se divide entre los seguidores de Obama ni los de Trump. Ni entre los aficionados del Barça y los del Madrid. Ni siquiera entre los adictos al café y los del té. El mundo se divide entre los que persiguen sus sueños y los que no.

La diferencia entre los primeros y los segundos, es que los soñadores tienen claro que la suerte para triunfar en la vida se llama creer en uno mismo.

Soñar, con frecuencia, es sólo el inicio del camino. El principal problema no es que no se pueda, es que no se quiera. Y es que la mayoría de las cosas que no hacemos no es por dificultad, es por falta de valentía. El verdadero movimiento se demuestra andando, caminando por ese camino que tienes ante ti. Si a esto le sumas actitud y voluntad, te llevará mucho más allá del horizonte, al mágico territorio de los sueños cumplidos. Porque la ilusión lo sueña, pero la voluntad lo construye.

Compra el libro

Continuar leyendo

Cuando Miguel Angel recibió el encargo de esculpir el David, escogió un bloque de mármol que estaba dañado y que durante largos años, fue rechazado por varios artistas de renombre. Las…