Decídete

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En cualquier decisión, siempre hay un momento clave: cuando decides si vas con todo o no. Cuando eliges si te sientes favorito, o un simple aspirante. O dicho en anglosajón, o eres ‘leader’, o eres ‘challenger’.

Siempre he pensado que las personas se dividen por la forma en cómo afrontan sus decisiones. No por la decisión en sí, que puede ser acertada o equivocada, sino por el convencimiento con la que la llevan a cabo. Y es que, en una sociedad sensible al fracaso, decidir sin temor a las posibles consecuencias es el camino más rápido para el triunfo personal.

Porque, aunque todos sabemos que toda decisión (causa) comporta consecuencias (efecto), lo que marca verdaderamente la diferencia es cuando comprendes que si tú eliges las decisiones de tu vida, también serás el único responsable de los resultados que obtengas. Y sólo cuando te sientas responsable de lo que te sucede, podrás cambiarlo.

El problema es que nos da miedo la responsabilidad. Preferimos echarle la culpa a los demás y a las circunstancias que comprometernos con lo que sentimos. Elegimos sentirnos presos del qué dirán o de los «¿y si…?» que sobrevuelan por nuestra cabeza, en lugar de apostar con todo a lo que nos chilla el alma. Vivimos a medio gas, con el freno puesto, esperando el momento perfecto o la suerte para avanzar, cambiar o decidir, no vaya a ser que perdamos lo que tenemos o, peor aún, lo que aún no hemos logrado…

Déjame decirte una cosa que aprendí hace tiempo: si esperas a que las cosas te pasen, te pasarán pocas cosas.

La suerte no puede decidir tu futuro. Primero decides y luego la suerte te acompaña.

La clave, por lo tanto, está en decidirse: por un lugar, por una persona, por un trabajo, por un sueño, por una vida. Sin miedo a perder. Porque, si las decisiones no se trataran también de pérdidas, no serían tan difíciles. Aún así, decidiendo, lo que se obtiene es la certeza de que somos dueños absolutos de nuestras consecuencias. Esa es nuestra mayor libertad.

Porque la libertad no se hereda, se gana.

¿Quieres ser libre de lo que te ata? 

Decídete.

Contigo mismo, pero de verdad. Con acción y no con una mera intención. Porque decidir sin comprometerse es lo mismo que no decidir. Y si no decides tú, algún otro (o la vida) decidirá por ti, y no creo que te gusten mucho las consecuencias.

¿Sigues en una relación tóxica? ¿En un trabajo que odias? ¿Pones excusas a tus sueños?

Siento decirte que estás EXACTAMENTE donde te mereces estar.

No por la situación en sí, que puede ser muy jodida y no te la deseo, sino por la creencia de que te mereces eso. Y esa sí es tu responsabilidad. Al final, no somos más que las decisiones que tomamos (y también las que no tomamos).

Así que en lugar de protestar o buscar excusas, ponte las pilas y responsabilízate de ti. Lo que te rodea no es el causante de la vida que tienes, sino el reflejo de la vida que crees merecer. Si crees que puedes, puede que puedas, pero si no crees que puedes, seguro que no podrás.

Si no das los pasos para conquistar tus sueños, le estarás dando pie a tus excusas.

Las cosas no cambiarán si no haces nada para que así sea. No puedes esperar que tu situación cambie haciendo exactamente lo mismo que ahora. Si quieres algo, ve a por ello, valora tu situación, sopesa las alternativas que tienes, y decídete.

Es normal tener dudas, todos las tenemos. Pero los verdaderos valientes no son aquellos que toman decisiones haciendo caso únicamente a su tripa (o un poco más abajo), ni aquellos que funden su cabeza sopesando alternativas, sino aquellos que integran mente, corazón y vísceras como si fueran un equipo.

Del ¿por qué me pasa esto? al ¿para qué me pasa esto? sólo hay una pregunta de distancia pero un abismo en las respuestas.

Por lo tanto, no importa que te equivoques o no lo consigas, importa que no dejes la vida en espera. Porque vivir, lo que se llama vivir, es decidir que vas a ir a buscar aquello que sueñas con los ojos abiertos.

Recuerda que es mejor vivir con un «te acuerdas» que con un «te imaginas»…

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5 thoughts on “Decídete”

  • Qué bueno que eres! Creo firmemente en lo que dices y lo llevo a mi vida a rajatabla, quiero ser consecuente con lo que pienso y siento, y según eso actuo. Si he de ser sincera no sabía que tenía tanto poder dentro aunque si que siempre he sabido que mi vida es mía y que no conozco el miedo. Eso si, dudas y nervios, inquietud, no me faltan pero pienso mucho en una de tus frases… estás donde quieres estar… y ahí estoy yo… donde quiero y sin retroceder… no daré un paso atrás y no será porque no vacilo y no se me quiebra la voluntad a veces… sino porque luego leo y recuerdo cosas como éstas y sigo adelante porque se lo que no quiero. Me encantas!

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  • Hoy me hiciste tomar una decisión, y la tomo con todas sus consecuencias. Hoy abrí y cierro puertas. Hoy empiezo de nuevo. Y me siento bien, triste, destrozada, desilusionada, con inquietud pero .. me siento bien! Soy fuerte. Gracias desde lo más profundo de mi corazón.

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    • Muchas Felicidades Sonia.!! Por haberte decidido y sobretodo por haberte elegido. Porque cuando uno se elige se hace más grande, más ancho, más brillante. Estoy aquí para lo que necesites.

      La felicidad está en quien está dispuesto a que pase. Un fuerte abrazo y gracias de corazón.

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  • «La felicidad está para quien está dispuesto a q pase» David, si no te importa, te tomo prestada esa esa frase, intentaré q sea mi bandera. Gracias

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