Ser honrado y auténtico comienza contigo mismo. Hay una gran diferencia entre lo que somos y lo que creemos que el mundo espera de nosotros. Vivimos en un mundo lleno de estereotipos que nos bombardean con quien debemos ser, lucir y vivir. Y si no cumples los requisitos … “game over”. Ser auténtico en un mundo marcado por las apariencias no es nada fácil, porque vivir desde dentro en un mundo que vive hacia fuera es todo un desafío a nuestras creencias más profundas: encajar, ser uno más.
Pero, ¿sabes qué? Ser uno más, es ser uno menos …
A menudo se nos dice que hay que ser “la mejor versión de uno mismo”. Esto quiere decir que debemos superarnos, que debemos vencer nuestros miedos, que debemos mejorar día a día para crecer como persona. Y es cierto. Lo mejor que uno puede hacer con su vida es luchar por ser la mejor persona que se pueda ser. Pero, por encima de todo, hay que luchar para crecer siendo uno mismo, no porque nos lo impongan.
Ser uno mismo es estar alienado con lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos.
Es hacer lo que sientes y sentir lo que haces. No hay nada más. Todos y cada uno de nosotros tenemos algo que nos hace únicos y especiales. Hay que respetarlo y hay que respetarse.
La historia está plagada de hombres y mujeres normales y corrientes que, en situaciones desfavorables demostraron la capacidad que tiene el ser humano de ser grandioso y único. De hecho, si pensamos en las personas más influyentes de la historia, la mayoría destacaron por ser ellos mismos, únicos, la cara A del disco de su vida : Lennon, Jobs, Freud, Martin Luther King, Groucho Marx … todos destacaron. Y su mérito no fue en ser los mejores respecto a los atributos estándares, sino en tener atributos únicos que eclipsaron los convencionales. Se atrevieron a ser ellos mismos y a expresar su voz auténtica. Se levantaron ante sus miedos y los prejuicios de la sociedad y decidieron SER.
¿Qué valor tiene que nos quieran por quienes no somos? ¿A quién están queriendo, si no somos nosotros mismos? Si no respetamos nuestra esencia, nos pueden querer si, pero posiblemente nos querrán por quienes no somos, y no a la persona auténtica que hay detrás. Habrá gente que quizás, te rechace por mostrarte como eres, pero también habrá mucha otra que se acercará a ti porque eres justo la persona que necesitan tener cerca. Si eres tú mismo, querrán la persona que eres, no la proyección que has hecho. Y si te atreves a ser tú mismo, tu autenticidad te dará una fuerza que hasta entonces no habías conocido.
Sé tu mismo, los demás puestos están ocupados (Oscar Wilde)
En la vida hay muchos momentos en que tenemos la opción de ser nosotros mismos, pero nos dejamos vencer por el miedo. Todos deseamos ser excelentes, increíbles, llegar a lo más alto de nuestros sueños y expectativas… pero hay un miedo allí que nos frena. El miedo a ser diferentes, a no encajar, a ser rechazados. El miedo a que si de verdad somos nosotros mismos seremos rechazados, sintiéndonos entonces del todo vulnerables. La mayoría de veces ni tan solo nos lo cuestionamos, al fin y al cabo, es lo que hace todo el mundo, pensamos. Y sólo cuando llega una enfermedad grave o las puertas de la muerte, nos damos cuenta del tremendo error que ha sido no vivir desde nuestra genuina autenticidad. Todo por llevar una vida de cara a la galería.
Lo peor viene cuando descubrimos que sólo siendo nosotros mismos, sólo desde la más genuina autenticidad podemos comunicar algo y conectar de verdad con los demás. Sólo puedes comunicar aquello que eres. Lo demás es teatro, impostación, hipocresía…. y más tarde o más temprano se acaba descubriendo.
Tú eliges
Hay dos maneras de vivir la vida y nosotros decidimos cuál de ellas escogemos. Podemos vivir una vida hacia el exterior, dando la imagen que creemos que tenemos que dar, aparentando lo que no somos (y recuerda, que de la única persona que no puedes escapar, es de ti mismo …), o podemos vivir desde quienes somos, con autenticidad y congruencia. Atrevernos a valorar cada momento de nuestra vida y no pasar de puntillas por ella.
Lo único que nos hace eternos son los recuerdos que dejamos en los demás, así que deberíamos intentar dar nuestra mejor versión cada día a aquellos que nos rodean porque sólo así, es como se llega al corazón ajeno
¿Qué puedes hacer?
- Expande tu propia esencia. tu lugar en el mundo, tu huella en otros. Muéstrate o pasa inadvertido si te da la gana, pero que te recuerden por ser tu mismo, no a la imitación barata, porque nadie quiere una copia pudiendo tener el original.
- No compares tu interior con el exterior de otros. Muchas veces reconocer cualidades en los demás que te gustarían tener puede ayudarte a mejorar, incluso a improvisar cosas nuevas en ti. Pero recuerda que solo hay una persona como tu, no hay nadie mas igual a ti, así que no desperdicies tu belleza, tus cualidades, y tus características por desear ser alguien diferente.
- Se honesto contigo o con los demás. Quien se enamore de ti merece saber la verdad. Merece saber que dejas las luces encendidas, roncas por las noches, sufres ansiedad o que detrás de tanto maquillaje tienes ojeras. Eres IMPERFECTO, como TODOS, pero merece saber que enamorándose de ti se arriesga a ganarte.
- Conoce tus valores y síguelos. Sé consciente qué valores son importantes para ti, respétalos y defiéndelos. Nuestros valores siempre están presentes en lo que hacemos y , sobre todo, en cómo lo hacemos. El hecho de conocerlos ayuda bastante a conocer la impronta que dejamos en los demás. Cualquier decisión que tomamos, por pequeña que nos parezca está tomada en base a nuestros valores. Y puedes estar equivocado. Tus convicciones son tuyas, sólo tuyas, pero pueden ir variando con el tiempo. Como decía Groucho Marx: “Estos principios son míos, si no le gustan, tengo otros”
- Deja de preocuparte por lo que los demás piensen de ti. En su lugar, ocúpate de ti. A algunos les gustarás y a otros no. Las personas que te aman y que de verdad importan seguirán a tu lado sin importar tus defectos. El resto no te aceptará a pesar de tus intentos, por eso es importante que conectes también con tu compasión.
Esa enorme tranquilidad de ser tú mismo, no tiene precio.
Ojalá cuando llegué el día de dejar este mundo, lo hagas sintiendo que has sido tu mejor versión y hayas tenido el coraje de ser tú mismo.

Life & emotional coach. Apasionado de la vida y de la evolución personal. Porque ser uno más es ser uno menos…
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