Esto que escribo, va para ti.
Si, tú, que estás leyendo esto. Me estoy refiriendo a ti…
Posiblemente, en su día, compartimos unas palabras, un café, unas birras, algún abrazo, un par de besos o muchos con mordisco… da igual.
O a lo mejor, aún no nos conocemos… da igual, también es para ti.
Quiero decirte una cosa:
Lo siento, perdona, gracias, te quiero.
Porque la vida no siempre sale. De hecho, casi nunca ocurre lo que uno esperaba. Hay momentos en los que uno cree que está haciendo lo correcto y, con el tiempo, ve que se estaba equivocando. Es lo que tiene la estupidez humana, que casi siempre uno se da cuenta a posteriori, cuando las cosas han cambiado.
No sé si lo nuestro era especial, pero lo que sí tengo claro es que no nos esforzamos lo suficiente en querer comprobarlo. Lo irrepetible que fue esa ocasión, y la oportunidad que la vida nos brindó. Y tú y yo ahí, como si no fuese con nosotros. Volvimos a hacer lo de siempre, darlo todo por hecho, sin darnos cuenta de que lo que estaba pasando en ese momento no se volvería a dar más. Nunca más…
Por eso lo siento. Lo siento por no haber podido dar lo mejor de mí ni enseñarte todo lo que realmente podía llegar a ser. Sin máscaras y a corazón abierto. Lo siento por lo que debería haberte dicho y no te dije. Por lo que debería haberte hecho y quizás no te hice. Por lo que debería haber sentido y no sentí. O no fui capaz de ponerlo sobre la mesa. Seguramente, me encontraba en un vaivén de emociones que me impedían verte como realmente eres, un ser único y maravilloso.
Perdóname o, mejor dicho, ayúdame a perdonarme por las veces que he fallado. No me culpes si en algún momento fui herida en lugar de venda o si fui tren en lugar de estación. Que quizás lo quería todo, y por eso, me perdí lo simple… esos momentos. Ese fue mi mayor error.
Posiblemente perdí el tiempo dedicándoselo a gente o cosas que no valían la pena. Y dejando de lado a los de verdad, diciéndoles a ver cuándo nos vemos, mintiéndoles a ellos y a mí una y otra vez. Dejando pasar sus vidas y la mía. Borrándome de sus fotos futuras. Gastando minutos en cosas urgentes en vez de hablar de lo que de verdad importa: de mí, de ti, de nosotros…
Si volviera a nacer me gustaría pensar que corregiría errores, pero me temo que pasaría por las mismas cosas. Creo que me equivocaría en los mismos sitios y, con las mismas personas. Ya sabes cómo es la vida, que todo se ve diferente a toro pasado.
De cualquier forma, quiero darte las gracias. Sí, gracias de corazón por llegar a mi vida. Y por hacerme sentir que soy parte de algo de la tuya. Quizás en forma de recuerdo, de experiencia, de lección o de alegría. Tanto da… todo suma. Lo bueno, lo malo y lo regular. Nadie dijo que un sentimiento no esté exento de poder cambiar con el tiempo. Todo es cuestión de perspectiva, y muchas veces, también de tiempo y espacio.
Nunca te odiaría por marcharte, porque un día, sin avisar, me acompañaste. Y esas son de las cosas que nunca se olvidan – Defreds
Lo que quiero decirte es que me has hecho mejor persona. Porque tu presencia y tu recuerdo me ha servido para darme cuenta que nunca es dónde, siempre es con quién. Que todos somos amores imposibles hasta que alguien decide intentarnos, comenzando por nosotros mismos. Que se pueden cambiar muchas más cosas haciendo sonreír que haciendo llorar. Que es más persistente la herida de huir que la de arreglarlo. Que uno no escoge a quien buscar, pero sí en quién quedarse. Y, sobretodo, que nunca se debe descuidar a quien nos cura con su presencia.
Desde entonces, te prometo, que no he dejado de luchar por quien merece la pena.
Por eso, te quiero. Te amo, t’estimo, i love you, je t’aime o ti amo. No me da miedo decírtelo ni hacértelo visible, porque las cadenas invisibles son las más pesadas. Y yo ya estoy cansado de llevar encima equipaje pesado en lugar de corazones. Porque asumo mi responsabilidad en querer. Porque dicen que la vida te da lo que tu das primero. Y yo quiero jugar con fichas blancas, porque solo enterrando la cobardía se puede crecer y se puede vivir.
No tengo ni idea de lo que va a pasar después de que leas esto. Dicen que es no casualidad cuando la vida insiste en cruzarte con algunas personas. Significa que algo quedó por decir, por perdonar, por sentir o por aprender. Tanto da el motivo, si volvemos a vernos en otro lugar, en otra estación, paremos el tiempo sin reclamos ni impedimentos. Hagámosle caso a la vida y sigamos soñando a no creer en distancias cuando hay ganas. A ver si es que nos estamos queriendo a un «Hola!» de distancia…
Y si no es así, dejemos que la vida nos sorprenda y ojalá nos recordemos como se recuerda un buen libro.
Porque, esto que escribo, va para ti…

Life & emotional coach. Apasionado de la vida y de la evolución personal. Porque ser uno más es ser uno menos…
Buaaaaa….. qué cosa tan bonita….. qué lujo leerte… gracias! ….llegas hasta el infinito y más allá….
Gracias Susana. Para mí es un lujo que me leas y me des ánimos continuamente. Es un placer compartir mis textos con personas como tu. Un beso
Dons hola en la distància David… Et vaig llegint sempre però avui ha sigut una publicació wow… realment m’ ha fet reflexionar…
Ens vam conèixer fa força temps, vam compartir feina i diria que algunes birres! igual ni et recordes d’ aquella època!
Bé, felicitats pel blog, pel teu projecte i gràcies per compartir tant amb nosaltres.
Una abraçada!
Silvia
Hola Silvia… Clar que m’enrecordo de tu!, i de l’època de Sistemes!! La birra queda pendent quan vulguis!!! Una forta abraçada guapa!!
Esto es muy bonito, pero hay que decirlo a la cara, sino no sirve, y la cobadía no se supera
Hola Vanesa … sólo una pregunta .. ¿Y por qué no empiezas tú primera? Tú juegas con blancas… El cambio en el mundo empieza por uno mismo … Un abrazo 😉
Yo empecé primera, y me dieron portazo… a nadie le gusta que le rechacen ?
Ahora me felicito yo por haberte encontrado en mi camino, David….un tesoro, sin duda. Bellisimo lo que compartes….y totalmente de acuerdo contigo en tu manera de vivir y emocionarte….Gracias por emocionarme a mi también¡¡¡. Abrazo desde Murcia ¡¡¡
Gracias Consuelo. Espero que continúes por aquí. Un abrazo mpáthico 😉
Te tengo aquí archivado, guardado como un preciado tesoro,al cúal recurro cuando no encuentro el camino, el sentido y tú me limpias, me aclaras el cristal de ésa brújula.
Gracias David, un beso.
Jajajaja. Gracias Teresa, pero no dejes que me salga mucho polvo… Un beso muy fuerte, como tú.
Lo importante es decirlo y compartirlo, en un entorno cada vez más virtual, ¿que más da que sea a la cara o por escrito?…
Lo importante es la intención, las ganas de comunicar, de compartir y de querer. Podemos mirar la botella medio llena o medio vacia, cada cual elige lo que mas le conviene.
Muchas gracias Davi dpor ponerle palabras a estas situaciones.
Besazo y abrazo fuerte.
Gracias a tí por tu comentario María José. Un besazo enorme.
???? me encanta leerte, gracias por hacernos un poco más amenos los días.
Gracias a ti Alina por tu comentario. Es todo un privilegio que amenice tus días. Un abrazo.