Lo que hemos aprendido este año

resumen 2017

El 2017 se acaba. Es hora de hacer balance.

He intentado, en la medida de lo posible, aplicar lo que aquí escribo en mi vida diaria, porque sé que lo que define a una persona no son tanto sus palabras como su comportamiento. Espero, por tanto, haber dejado alguna huella en las personas con las que he interactuado.

Y hablando de palabras … quiero daros a todos las gracias desde aquí.  A los que me seguís, a los que me leéis, a los que me descubrís por primera vez, a los que me enviáis palabras de agradecimiento y de ánimo, a los que contratáis mis servicios como coach. Todos formáis parte de Mpathia. Posiblemente yo ponga las palabras, pero me siento como un simple mensajero porque, las palabras, no son de quién las escribe, sino de quién las necesita.

Es por ello que me gustaría acabar el año haciendo un resumen de los posts más leídos y comentados por vosotros en este 2017. Reunidos todos en uno único, a modo de regalo.

Comencemos pues:

resonancia¿Cómo resuenas? (Noviembre 2017)

Todos nosotros y todo lo que nos rodea somos energía resonando. Somos como grandes imanes con patas. Atraemos y sintonizamos con personas y situaciones que están en una frecuencia parecida a la nuestra. No aparecen porque sí. Todo tiene un sentido, a veces oculto, para nuestra evolución personal.

¿Te has preguntado por qué en tu vida se repiten continuamente las mismas situaciones? ¿Te encuentras con el mismo tipo de personas en tu vida? ¿Crees que es casualidad?

Aunque no lo creas, han sido atraídas por ti inconscientemente para que resuelvas un conflicto interno. Es tu resonancia.

sombraLa sombra es el camino (Julio 2017)

Ten presente que tu mundo exterior está reflejando todo aquello que sucede en tu interior. Porque lo que no se hace consciente, se manifiesta en tu vida como destino. Por eso te pasa lo que te pasa y conoces a quien conoces. Porque la vida no viene a pedirte cuentas, sino a que te des cuenta

De todo lo que eres. De lo que quieres ser y no te atreves. De todo lo que puedes ser, pero no alcanzas. De todo aquello que ves en el otro, y no te gusta. De lo que admiras y sueñas. Y también, de lo que te da miedo y rechazas.

Por eso, de todo lo que huyes se repite y todo lo que resuelves avanzas.

Por lo tanto, si quieres despertar, si realmente quieres tener consciencia de quien eres, deberías empezar por indagar en tu oscuridad. Porque comprender tu sombra es el inicio del camino.

Reconoce que, ignorarla no es una opción y rechazarla, tampoco es la solución. Que, para sanar una herida, no sólo es necesario dejar de tocarla, sino saber dónde y por qué te duele.

Así que siéntate en silencio, obsérvate, permite que se exprese y escúchala sin justificarte.

Posiblemente te dirá que nadie te respeta porque tu no te respetas. Te susurrará, tal vez, que no te quieren porque tu no te quieres. O te avisará de que dejes de atender a los demás para atenderte a ti. Incluso te pedirá que seas valiente contigo y persigas lo que tu corazón anhela…

La cueva en la que temes adentrarte alberga el tesoro que estás buscando

Recuerda que tu sombra no es tu enemiga sino que es el mejor de tus maestros.

Solo cuando hayas integrado tu sombra dejarás de creer que la responsabilidad de todos tus males se encuentra en el exterior. Cuanto más entiendas de ti, menos necesitarás aprender de las lecciones de los demás, porque tu resonancia habrá cambiado. Si ante un espejo, no hay nada, nada refleja.

Ama eso que hayas temido y abraza eso que hayas rechazado.

Porque tu vida es quien eres en lo más profundo de ti.

mariposa¿Eres oruga o mariposa? (Enero 2017)

Entiendo que tengas miedo de levantar la alfombra. Todos lo tenemos. Tenemos miedo de pensar que una nueva vida podría ser posible. Y claro que es posible pero, entre los miedos que nos atenazan, el pensar en que quizá podemos fracasar y en lo que pensaran los demás, preferimos seguir llevando la venda en los ojos y seguir siendo orugas por miedo a las consecuencias.

¿No estás harto de tener miedo? ¿Cuántos años llevas aceptando que tu vida es lo que te pasa y no lo que originas?

Tu vida no mejora por casualidad, mejora por tus decisiones.

¡Despierta de una vez! Si tú no lo haces, nadie lo hará por ti. Te lo debes y se lo debes. Se lo debes a tus padres, porque apostaron por ti. A las personas que te apoyaron en todo este camino. A tus hijos, si los tienes, para que sigan pensando que el cambio es posible. Búscate un “para qué” quieres hacerlo y tan solo hazlo. Porque lo bueno, si te atreves, está por venir.

Acepta que no es triste morir, lo triste es no vivir la vida que siempre has querido. No te resignes a vivir una vida que no quieres sólo porque una vez te equivocaste de decisión. Da igual el día que sea, la vida es demasiado corta como para alargar lo que no funciona.

Porque pese al miedo, es muy complicado seguir siendo oruga cuando sabes que puedes llegar a ser mariposa.

seducete
Sedúcete a ti mismo (enero 2017)

El antídoto para superar el miedo es el amor. No el de fuera donde muchos lo buscan, sino el de dentro, donde pocos lo encuentran. Porque el verdadero amor, empieza en casa. Cultivando nuestra autoestima.

Le damos importancia a lo que no es importante. Estamos enfocados en lo que no tenemos, en lo que nos falta por fuera, pero ¿nos tenemos a nosotros mismos?

Seguimos la moda, desarrollamos nuestro cuerpo, a veces la mente, y muy poco nuestra esencia. Caemos bien a muchos. Sin embargo, lo que es más importante, no nos caemos bien a nosotros mismos.

Esperamos que alguien nos sorprenda, cuando nos pasamos semanas haciendo lo mismo. O peor aún, siendo la misma persona. Queremos encontrar a personas que rompan nuestra rutina, que nos enamoren, que nos liberen, que nos hagan vivir una aventura pero no somos capaces de sorprendernos ni enamorarnos de nuestra vida.

Quizás, creer que todo eso te hace falta, es lo que realmente te sobra. Porque «no hay amor suficiente en este mundo capaz de llenar el vacío de una persona que no se ama a sí misma».

El milagro de la felicidad no tiene tanto que ver con lo que vives fuera, sino con lo que sientes dentro. Todo nace en ti. El primer “me gusta” que necesitas es el tuyo propio.

Si te amas y te respetas, sumas siempre, nunca divides. Abrazas, no apuñalas. No finges, te muestras. No mendigas cariño ni buscas amores mediocres. Sólo aceptas un amor entero y valioso. No te vendes, ni te rebajas. No bajas el listón, sino que lo subes porque tú has crecido. Es lo que quieres o nada, porque tú ya lo tienes todo. Te tienes a ti.

amar
No me quieras, ámame (febrero 2017)

Tampoco te culpes. Posiblemente, tanto tú como yo, confundimos amar con querer.

Vivimos en una sociedad muy romántica, pero muy poco amorosa. Hemos perdido las redes de afecto y ayuda mutua, y las hemos sustituido por redes virtuales carentes de afecto. Y cuanto más conectados estamos, menos amados y más solos nos sentimos.

Aunque puedan parecer sinónimos, “querer” y “amar” son dos palabras con significados muy distintos. Querer implica buscar fuera de nosotros mismos algo que creemos que nos falta. Es en lo que basamos, erróneamente, nuestra felicidad. 

En este escenario, esperamos que el otro cubra nuestras carencias, se adapte a nuestras expectativas y cumpla nuestras exigencias. Un “amor” donde caben los celos, la posesividad y la desconfianza, reflejo de nuestros miedos e inseguridades. Este “amor” distorsionado que va de la mano del sufrimiento y de la dependencia emocional. Así, muchos aprendemos a querer egoístamente, desde el deseo de poseer aquello que nos interesa. Pero ¿acaso eso es Amor?

Amar es un arte y un proceso. Es camino y meta. Es más corazón y menos piel. Es esfuerzo y también voluntad. Es regalar tiempo y dar libertad. Es tender más puentes y levantar menos muros. Es prometer que si el otro se ahoga, lo hacéis juntos. Porque amar es la salida de uno mismo para hacer feliz al otro, pensar en el otro, y buscar lo mejor para el otro. Aunque ese otro siga un camino distinto al que nosotros hubiéramos escogido.

El “amor”, fruto de querer, está condenado al fracaso, porque querer TENER nunca te permite SER.

fluir o empujar
¿Fluyes o empujas? (Mayo 2017)

Y para amar es necesario fluir.

Si entendieras realmente la importancia de fluir en la vida, de dejar que las cosas sucedan naturalmente, sin luchar ni resistirse o intentar hacer algo al respecto, tu vida sería muy distinta…

El problema no es la acción, es la actitud con la que se hace. Porque, gastar tu energía empujando o forzando algo sin tener claro desde dónde lo haces o para qué lo haces, es perderse en el intento.

Estar siempre (es)forzándote, más que garantizar que llegues a tu objetivo, garantiza que no llegues.

Fluir no es más que dejarse llevar. Ocuparse, estar en el sitio y el momento adecuado. Un camino que, al igual que un velero, no intenta controlar el viento, pero sí que adapta las velas a la dirección que este tome para terminar llegando a donde tú quieres.

Para fluir hay que confiar. No se puede fluir si antes no se confía en uno mismo, o en la vida (somos la misma energía). Cuando confías, renuncias, te abres y te liberas. Arriesgas porque no haces, sino que permites que suceda. Entiendes que no hay cosas buenas ni malas, sino necesarias para ti.

Puedes elegir si seguir empujando o aprender a fluir, pero pregúntate si:

Insistir en controlarlo todo a tu manera realmente vale todo el sufrimiento que te está causando…

¡¡Feliz 2018 a todos!!

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6 thoughts on “Lo que hemos aprendido este año”

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