Menos es más

simplicidad

El problema de nuestra sociedad no es que vivamos poco. El problema es que pocos saben vivir sin mucho.

No todas las personas saben disfrutar de las cosas sencillas que les ofrece la vida. La mayoría tenemos demasiadas cosas materiales, muchas ocupaciones e infinidad de tentaciones. Realizamos múltiples tareas, nos ahogamos en excesivas actividades o nos dejamos seducir por múltiples opciones. Sin embargo, somos poco. Nos sentimos infelices, vacíos y estresados.

Pensamos en el bien-estar, cuando realmente estamos ejercitando el bien-tener o el bien-hacer. Creemos que el dinero o la satisfacción inmediata -esa que no perdura-, nos dará comodidad. Olvidamos que, aquello que nos mueve las emociones, lo que realmente da sentido a nuestras vidas no es tener, es sentir…

Ignoramos que para disfrutarla, muchas veces, en lugar de añadir habilidades, objetos y distracciones, únicamente es necesario renunciar a cosas materiales, actividades y personas que estorban.

Porque, a veces, eliminar opciones es eliminar problemas.

La base del minimalismo no es llevar una vida ascética e inflexible. No es necesario vivir con lo puesto, aislarnos en el Tibet o renunciar a los placeres terrenales. Se trata de priorizar identificando lo que realmente importa y eliminando todo lo sobrante.

La perfección no se alcanza cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar. – Antoine de Saint-Exupéry

Quizás hayas escuchado hablar de Pareto y su famoso principio del 80/20. Nos dice que enfocándose en un 20% de nuestro esfuerzo, se genera un 80% de los resultados. La consecuencia, nos lleva a distinguir lo fundamental de lo secundario, lo importante de lo trivial y , de esa manera, simplificar nuestra vida.

Y pensarás … ¿Qué tiene que ver el 80/20 con mi felicidad?  Pues… mucho.

Si el 80% de las personas que conoces te reportan un 20% de bienestar emocional, elige bien con quien te rodeas y pasa más tiempo con el 20% verdaderamente importante.

Si basas el 80% de tu día en trabajar en algo que no te gusta o para el que no eres bueno, difícilmente te reportará más del 20% de tu satisfacción.

Si te sientes triste y vacío, pero pierdes el 80% de tu tiempo libre en cosas banales, no esperes mejorar interiormente más de un 20%.

Por lo tanto, no se trata de hacer más. Simplemente es hacer más de lo que funciona.

La felicidad no está en las pertenencias, está en las experiencias.

Cultivar la simplicidad implica alcanzar mayor calidad en las experiencias. Porque la vida esconde muchas maravillas, pero sólo puedes verlas cuando estás presente. Cuando dejas de buscar y te descubres, cuando eliminas el ruido y te escuchas, cuando dejas de correr y te miras.

Lo principal, la clave de todo, no está en llevar una vida sencilla sino en ser sencillos de pensamiento y saber lo que es importante. Lo que de verdad hace feliz a nuestro corazón y nos identifica.

Porque en esencia, la vida es esto. Elegir, renunciar y avanzar.

– Elige pensar menos y sentir más.
– Enojate menos y ríe más.
– Habla menos y escucha más.
– Juzga menos y acepta más.
– Mira menos y haz más.
– Quejate menos y agradece más.
– Conoce menos y conecta más

En definitiva, menos miedos y más Amor

No tenemos más que asomarnos a la mirilla de nuestro corazón para preguntarnos qué es lo que deseamos y en qué queremos invertir nuestro esfuerzo. ¿Qué es lo que realmente necesito?

Después, no tienes más que vestirte con la capa de la valentía y la armadura de la decisión y actuar. Todo esfuerzo merece la pena si es bueno para ti.

Estamos acostumbrados a comer menos para bajar la barriga, pero no en pensar menos para vaciar un poco la cabeza.

Llevar una vida simple y plena es saber entender en qué momento de tu vida estás y en sentir tu presente, el aquí y ahora. Si no hay reciprocidad, no hay plenitud. Mira tu vida como si fuera un círculo: si no hay equilibrio contigo mismo y lo que te rodea, será difícil disfrutar de esa felicidad.

Disfrutar del placer de la simplicidad es una actitud que marca el camino hacia la deseada paz interior. Recuerda: la persona que empieza a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir sencillamente por fuera.

Así que respira, ama, sé feliz, disfruta de las cosas sencillas de la vida… Esto es lo único urgente, lo demás, aunque no lo creas, es secundario.

Porque en ocasiones, menos es más.

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One thought on “Menos es más”

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