La vida no va a esperarte. No importa si estás o no estás listo, el mundo no va a detenerse por ti. Sin ti, el mundo continuará, pero contigo…, contigo ese mundo será diferente, porque tú marcas la diferencia.

Recuerda que, sin ti, la vida sería distinta. Porque tú la iluminas, tú haces falta y aunque, te creas insignificante, eres muy valioso.

Eres importante porque eres un ser único. Porque, aunque alguien intentara ser tú un millón de veces, nadie podría igualarte.

Eres la mejor persona en ser tú mismo y nadie puede superarte en eso. Eres más grande de lo que te permites creer, tienes más poder del que sabes que tienes. Y hay un montón de cosas que todavía no sabes que sólo tú puedes hacer. Sólo falta que te lo creas.

Muchos se conforman con ser sucedáneos de sí mismos, pero tú puedes ser tu máxima esencia, tu mejor versión. Sabes de lo que te hablo, porque ya lo has sentido antes. Lo sentiste cuando conseguiste superar aquel reto importante, cuando aprendiste con esfuerzo algo nuevo o cuando ese día fluiste con la vida. Así que, si ya lo hiciste antes, puedes hacerlo de nuevo.

En tu vida sólo mereces que te suceda aquello que tú provoques que suceda.

Tienes el poder de dar de ti lo que nadie más puede. Esa es tu obligación, y en el fondo de tu ser, tu deseo. Tienes la responsabilidad de hacer que, si esas personas que ya no están, aún estuvieran o, las que aún no conoces, te conocieran, se sintieran felices, orgullosas y sorprendidas por ti.

Te lo debes a ti primero, pero también se lo debes al resto del mundo.

Dime, ¿Cuánto más las harás esperar?

El mundo te necesita, las personas te necesitan, quienes te aman te necesitan pero, sobretodo, tu verdadera esencia, te necesita. Porque dentro tuyo sabes que tienes algo diferente. Ese algo, ese don que, podría cambiar el mundo, pero seguro que te cambia a ti.

Porque cuanto brillas por dentro, iluminas por fuera.

¿De verdad vas a olvidar quién realmente eres?

No olvides el potencial que tienes ni el brillo que nace de ti. Porque lo natural es brillar, y lo antinatural es esforzarse para no hacerlo. Querer es poder. Sólo te hace falta dar un paso. Uno cortito. Esa pequeña locura que siempre sueñas antes de cerrar los ojos. Esa que has estado a punto de hacer en mil ocasiones pero que al final, has guardado en el baúl de las buenas intenciones.

Y ese baúl que tanto conoces, es para guardar las excusas, no los sueños. Si no muestras lo que realmente eres, todos saldremos perdiendo. Porque posiblemente, en este momento, hay alguien que necesita a alguien como tú. Te está buscando, pero no te ve, porque tu esencia está escondida bajo capas de tristeza, de miedos y de excusas.

Aún no has entendido que, en realidad, lo que marca la diferencia, es lo que puedes aportar.

No sé si ahora mismo estás brillando pero, si no es el caso, recuerda que, en algún momento, tú iluminabas el mundo. Tu ambición estaba dirigida hacia romper tus límites, y eso no ha cambiado. Sigue estando dentro tuyo esperando. Seguro que la sientes, aunque la tengas escondida bajo llave.

Por lo tanto, no le temas a brillar. Tampoco le temas a llorar. A fracasar algunas veces, o a sentirte vulnerable de vez en cuando. Todos tenemos un poco de eso y hasta es útil. Es liberador, un desahogo del alma. Es una forma de expresar que el vaso se llenó y había que vaciarlo de nuevo.

Las situaciones que te hicieron creer que no podías, las personas que se burlaron o las que no supieron creer en ti ya no importan. Importa este momento. No dejes que el mundo y su versión gris, apague tu brillo.

Recuerda las famosas palabras de Steve Jobs en Stanford: «Stay hungry, stay foolish«, no seas conformista y sigue hambriento. Ve a por todas sin importar lo que otros piensen de ti. Se auténtico, sé único y atrévete.

Nada ni nadie puede borrar lo que tú tienes dentro.  El mundo te pondrá trabas, pero todo tiene un sentido: sacar lo mejor de ti. El talento se desarrolla superando dificultades, resolviendo problemas y creando soluciones.

Puedes tropezar, puedes tomarte un descanso, si quieres y, hasta puedes perder una batalla. Pero tienes que levantarte de nuevo.

No te quedes corto mostrando tu talento porque eso recorta tu vida. – Mercè Roura

No te olvides de que tú querías volar, no te olvides de que tienes alas. No se ven, no son aerodinámicas y no pueden hacerte flotar en el aire. No están hechas de plumas o de acero. Están hechas de voluntad, de ganas, de amor, de ambición, de humildad, de inteligencia, de disciplina y de compromiso. De trabajo constante, de las veces en las que sólo querías rendirte. De lágrimas rabiosas inclusive.

Recuerda esa sensación de triunfo y de que podías comerte el mundo. No olvides la sensación de que nadie podía detenerte.  De que te costaba, como a todos, pero al final siempre lo lograbas.

Y esta vez no será diferente.

Si no vuelas, jamás será porque no podías, sino porque aceptaste rendirte.

No es sólo cuestión de desearlo y de esperar a que la suerte te acompañe. La suerte no es más que el eco de lo que piensas, sientes y haces.

Tu talento forma parte de ti, igual que tus miedos, igual que tus demonios. Si no sacas a la luz a tu talento jamás podrás comprenderlo y, por tanto, jamás podrás comprenderte.

Lucha por ser quien eres, porque sólo así podrás entender qué haces aquí.

David Serrano

Life & emotional coach. Apasionado de la vida y de la evolución personal. Porque ser uno más es ser uno menos…

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