El problema de nuestra sociedad no es que vivamos poco. El problema es que pocos saben vivir sin mucho.
No todas las personas saben disfrutar de las cosas sencillas que les ofrece la vida. La mayoría tenemos demasiadas cosas materiales, muchas ocupaciones e infinidad de tentaciones. Realizamos múltiples tareas, nos ahogamos en excesivas actividades o nos dejamos seducir por múltiples opciones. Sin embargo, somos poco. Nos sentimos infelices, vacíos y estresados.
Pensamos en el bien-estar, cuando realmente estamos ejercitando el bien-tener o el bien-hacer. Creemos que el dinero o la satisfacción inmediata -esa que no perdura-, nos dará comodidad. Olvidamos que, aquello que nos mueve las emociones, lo que realmente da sentido a nuestras vidas no es tener, es sentir…

Life & emotional coach. Apasionado de la vida y de la evolución personal. Porque ser uno más es ser uno menos…